viernes, 15 de agosto de 2014

Pueblo de Dios y La Familia



La Familia es la idea del diseño original de Dios, establecido en su Palabra.

La pareja es: la unión física íntima de un hombre y una mujer con intereses particulares, hecho manifiesto ante la sociedad. 

La Familia es: La idea del diseño original de Dios, establecido en su Palabra sin embargo  la humanidad se ha encargado de degenerar esta institución con elementos como la bigamia (Gen 4.19) entre otras, unido esto a las depravaciones del desarrollo de la sana sexualidad. Como lo expuesto en (Gen. 19.4ss) solo por mencionar un caso, generando esto la necesidad de la intervención de Dios para restaurar la Institución Familiar por medio de su promesa a Abram de bendecir a todas las familias de la tierra (Gen 12.3). Al ver el transcurrir de la historia humana, la familia solo ha seguido los interés personales de los individuos y grupos sociales, llegando a llamar hoy día como una familia, la unión de personas del mismo sexo (Homosexualismo), la unión de un hombre con distintas mujeres (Poligamia), hasta se reconoce como familia la unión de un hombre con una niña en algunos casos hasta menor de 9 años de edad (Pedofilia). Esto no es Familia, esto es el resultado de la depravación de esta Institución Divina corrompida por los intereses, propios y egoístas de individuos y grupos llegando a ser aceptados por la sociedad como normales o legales. 

Entendemos la Familia como: La unión integral de un hombre y una mujer (que tengan o no hijos) aceptados por la sociedad como su base fundamental. También consideramos familia el vínculo consanguíneo y el vínculo jurídico como la adopción, siempre que no contravenga Principios Bíblicos y Morales.  

El Matrimonio es: Consagrar pública o privadamente la futura relación de pareja así como la familia con la Solemnización de la unión Conyugal para toda la Vida, incluyendo a Dios y dándole cabida no solo en la relación de pareja sino en la familia. Viviendo bajo los principios y valores eternos de la Palabra de Dios pertinentes a los asuntos de Familia (Relaciones Interpersonales, Intimidad Sexual, Economía y Finanzas, Educación y Formación de los hijos, Proyecto de Vida Familiar, entre otros). La Celebración del Matrimonio debe fundamentarse en el Propósito, la Voluntad y el Amor de Dios, no otra causa;  la pareja la conforman un hombre y una mujer que preferiblemente profesen la Fe Cristiana al ser parte del Cuerpo de Cristo, con la manifiesta Voluntariedad de los contrayentes (no bajo coacción, presión o negociación) y estos no deben tener impedimentos de realizar la Solemnización. 

Los Casos como viudez, extranjeros, nulidad de Matrimonios, infidelidad, abandono o casos de divorciados, son tratados conforme a los Principios Bíblicos Aplicables a cada realidad presentada por las partes con la autoridad de “Luz para las Naciones” competente.  
Se pueden Solemnizar con el Matrimonio las parejas (un hombre y una mujer) que vivan en unión libre o de hecho, tengan o no hijos en dicha relación. 
La celebración del Matrimonio debe cumplir los Principios, Estipulaciones, Requisitos, Procedimientos y Tiempos establecidos por la Comunidad de Discípulos “Luz para las Naciones” 

El Divorcio: Cuando se ha celebrado un Matrimonio conforme a los Fundamentos, Principios y Valores Eternos de la Palabra de Dios no hay divorcio, lo que Dios junto, no lo separe el hombre (Mateo 19. 6 y 8).
“Los actos civiles, legales y/o uniones religiosas no son considerados Matrimonios basados en principios Bíblicos, sino uniones legales, contratos entre hombres o uniones religiosas entre hombres, por lo que estos casos no pueden ser considerados necesariamente uniones de Dios”
La única causa de divorcio es la fornicación, no el adulterio ni alguna otra causa (Mateo 5.32, 19.9) / (Deuteronomio 22.13-21)